Diafragma contraído. Angustia concentrada en un pecho oprimido. Necesidad de nicotina a horas tempranas de la mañana. No hay hambre, sólo el placentero vacío y la imperiosa urgencia casi biológica de trasmutar sangre por coca cola en las venas y vomitar esa mixtura angustiante sobre tu sexo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario