DICIEMBRE DE 1999

TEXTOS P E R D I D O S 1) Buen Dia Tristeza (Mentalmente) Te imagino derrochando tristeza. Me miras al despertar y te digo: ¡buenos días tristeza, bueno días amor imaginario, buenos días mentira; ¿por qué recorres mi alma perdida? Te imagino aquí a mi lado, pero no estas, me miro en el espejo y una horrible imagen esculpe mi mente. Estoy solo. Girando mi existencia en torno a alguien que nunca tuve realmente. ¿Cómo te olvido? Si sintieras esto, sólo comprenderías una parte de lo que te amo. Porque la tristeza que padezco no cabe en un alma, esa que te construiste junto a tu familia perfecta llena apellidos rimbombantes, pletórica de hermanos, y de padres de hierro, perfectamente perfectos inculcando preceptos mentirosos. La forma que yo te amo no calza con ello. Es de otras cosas las que yo te hablo. Es tan profundo mi querer, rodeado que un dolor ininterrumpido, a cada instante que te apareces en mis mañanas tristes. Construí una ilusión amorfa y ficticia. ¿Cómo te olvido ahora? Fuiste una construcción mental que se tejió en un corazón adolescente, un lugar bastante complejo lleno de contradicciones, que tu aparente simpleza no tiene cabida, tu mundo perfecto estructurado que no da cabida a las contradicciones. Ese mundo que yo te inventé, estaba lleno de múltiples colores indeterminados que yo te tracé a cada rato, parecían de otro planeta. Un rojizo en tu rostro, donde sólo hay una cara de pájaro blanco de ojos claros, un delirio amarillo estampado en tu piel extranjera. 2) Imágenes del olvido No quiero imaginar que te imagino como cuando te imaginaba intermitentemente en mi imaginación, no quiero recordar imágenes imaginarias, equivocaciones perfectas, alucinantes a rato, imágenes alucinadas contemplando tu imagen imaginaria que imaginaba intermitentemente. Fuiste un conjunto de imágenes en mi imaginación -que ahora no puedo grabar encima- como si se trataba de un cassete olvidado en el velador, imágenes amontonadas una tras otra, cientos que aparecen y desaparecen. Paren esto por favor me quiero bajar, no aguanto más, el responsable escapó. Fuiste un derroche de mis pensares un desgaste innecesario, un tormento complejo y estructurado, una enmarañada circunstancia desgraciada que sin embargo me ha hecho tanto daño. . No hay nada que agradecer, el deseo de tu felicidad se lo dejo tu dios, aunque la dura palabra del odio no calza aquí, al menos si un: ¡ándate a la concha de tu madre! No quiero pensar que erróneo camino emprendido, sirvió, no quiero pensar que la potencia de mi amor certero, pero imaginario, sentó un precedente a futuro, deseo pensar eso si, que un punto oscuro nubló mi espíritu, por largos periodos de tiempo, oscuros, pasados…… un punto negro que denota un encefalograma mental realizado por algún siquiatra que tu no pagas desde luego, que ni sabes que fui, más ya no te acuerdas de mi……… no quiero más contradicciones en mis sueños, por favor déjame en paz, no quiero mas lágrimas turbias que manchen mi rostro. 3) Angustias Diafragma contraído. Angustia concentrada en un pecho oprimido. Necesidad de nicotina a horas tempranas de la mañana, no quiero comer nada, solo una coca cola por favor, ahora vomito sobre tu rostro que duerme a mi lado, perfectamente congelado, como siempre. Cuento, pensión de angustia Los pitos de marihuana untada en toluneo que te traían los lachos de turno, te habían ayudado todo este tiempo a incubar angustia a tu alrededor. Era la herencia perfecta para alguien que se venia arrancando de Valparaíso, , de sus deudas y malos negocios de siempre, aquí la casona que en pleno barrio Bellavista arrendaste te permitía subalquilar a diferentes especimenes sus angustias, sus amplios dormitorios, permitían poder pagar y mantener esa trampa que no te suelta Buen negocio pensaste, después de todo lo macabro de esas circunstancias desgraciadas que te rodean que tu mismo fuiste tejiendo, eran el antecedente de un gran sueño eterno, la atmósfera en la que se cría el gran definitivo descanso, y hay de quien le aconseje lo contrario, aquel no comprende tu porfía, tu te has dado cuanta de que la hierva te atomiza el pensamiento, activando cierta actividad en tu cerebro porfiado, produciendo grandes rendimientos, eso es lo que a la larga es lo único que te rinde…. Se acercaba lo peor lo sabia,. Para cada uno de nosotros, , el diario vivir, se tornaba un tormento, que fácilmente haría quebrantar nuestro espíritu, . y cómo no, si aquella casa de material poroso llamado adobe, perneaba el ambiente , se mezclaban los demonios, internos de cada uno de nosotros, era un síntoma de algo inevitable……….la incubación de mas angustias…… Era la casona ubicada en pleno barrio Bellavista, financiada por un chata programa de gobierno concertancionsista: pinta tu fachada, ………había un patio interno que hacia de corredor, cruzando todas las habitaciones, en el extremo contrario a la entrada, dos baños perfectamente sucios, lugar que constituía un eje neurálgico, donde se mezclaban los sudores de los disímiles habitantes, Don Samuel dueño arrendatario subalquilaba las piezas. El venia del norte, arrancando de sus malos negocios de siempre, obviamente este era uno más, Su dormitorio daba a la calle, era uno amplio, decorado con estilo Kish, , sin embargo el piso de flexix y el alto techo, , manchado con agua de lluvia, lo hacían un lugar un tanto feo. Sin embargo, ello no era impedimento para que su ventana que daba a la calle fuera golpeada a por distintos personajes de que tenían en común, usufructuar de el, de su buena voluntad, a cambio de un revuelque y un refregón, en un colchón box super flexix En el resto de las piezas los distintos personajes tenían algo en común. Luchaban desde la misma trinchera pobre y desgraciada sobrevivir en el chile desigual, con trabajos asociados al nuevo capitalismo, asociados la globalización, call center, ejecutivos de venta, etc, un sistema alimentado por una sin salida a esa situación desgraciada. Había un peruano que de globalizado no tenia mucho en el sentido de que practicaba la profesión mas antigua, pero que su celular era la herramienta de la nueva comunicación que le permitía hacer los contactos. Fantasías a domicilios, o en lugar propio, la tercera, 5 de 5 2001